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En nuestro gabinete de psicología en Valencia especializado en terapia de pareja, apego y traumas, recibimos con frecuencia a personas que llegan con una sensación persistente de vacío en sus relaciones. A menudo, no comprenden por qué les cuesta tanto confiar, por qué reaccionan con ansiedad ante la cercanía emocional, o por qué repiten patrones de autosabotaje afectivo.

En muchos casos, la raíz no está en el presente, sino en el pasado: hablamos del trauma de apego.


¿Qué es el trauma de apego?

El trauma de apego ocurre cuando las personas encargadas de protegerte —como tus padres o cuidadores— fueron, al mismo tiempo, fuente de miedo, rechazo o desconexión emocional. No siempre se trata de abusos evidentes o maltrato físico. Muchas veces, este tipo de trauma se gesta en lo que faltó:

  • Que te vieran de verdad.
  • Que te cuidaran emocionalmente.
  • Que te validaran cuando sentías miedo, tristeza o rabia.

Cuando un niño no recibe este tipo de presencia segura, no solo sufre en el momento, sino que interioriza creencias profundas sobre sí mismo y sobre el amor. Algunas de las más comunes son:

  • “No soy suficiente.”
  • “Si tengo necesidades, molesto.”
  • “El amor es inestable o peligroso.”
  • “Me tengo que ganar el afecto.”

Estas ideas no desaparecen al crecer; se convierten en lentes a través de las cuales miramos nuestras relaciones adultas.


🧠 ¿Cómo se manifiesta hoy el trauma de apego?

Aunque tu entorno actual sea distinto al de tu infancia, si no has podido sanar esas heridas, es probable que sigan activas en tu vida emocional. El trauma de apego no desaparece con el tiempo; se camufla en tus patrones relacionales.

Estos son algunos signos de que podrías estar cargando con un trauma de apego no resuelto:

  • Sientes que no mereces amor o que, si te conocen demasiado, te dejarán.
  • Saboteas relaciones: te alejas cuando todo va bien, o te vinculas con personas emocionalmente inaccesibles.
  • Reaccionas con ansiedad o desconexión emocional ante los conflictos.
  • Te atrapan relaciones unilaterales o tóxicas, donde das más de lo que recibes.
  • Te cuesta pedir ayuda, mostrarte vulnerable o confiar de verdad en el otro.

Estas conductas no te hacen “difícil” o “intenso/a”; son estrategias de supervivencia emocional que aprendiste muy pronto para protegerte.


🔍 ¿De dónde viene este tipo de trauma?

El trauma de apego suele tener origen en experiencias repetidas durante la infancia o la adolescencia, especialmente en el vínculo con figuras significativas. Algunas situaciones comunes que lo generan son:

1. Negligencia emocional

Tus necesidades básicas eran cubiertas, pero no las emocionales. Nadie preguntaba cómo te sentías o simplemente te decían que “no era para tanto”.

2. Inconsistencia afectiva

Cuidadores que a veces eran cariñosos y, otras veces, fríos, impredecibles o ausentes. Esto genera una sensación de inseguridad constante: nunca sabes si el otro estará ahí para ti.

3. Parentalización

Tuviste que actuar como adulto antes de tiempo: cuidar emocionalmente a tu madre, proteger a tus hermanos, calmar a tu padre. Aprendiste que tus necesidades no eran prioridad.

4. Abuso

Ya sea físico, emocional o sexual. Este tipo de trauma deja huellas profundas en el sistema nervioso y en la percepción del mundo.

5. Pérdidas o abandonos tempranos

Fallecimientos, separaciones abruptas, padres que iban y venían o se marcharon sin explicaciones.


Estas experiencias afectan no solo tu autoestima y confianza, sino también tu sistema nervioso: aprendes a vivir en estado de alerta, en “modo supervivencia”, lo que dificulta relajarte y sentirte seguro/a en vínculos íntimos.


🌿 ¿Se puede sanar el trauma de apego?

Sí. Aunque las heridas de apego son profundas, la sanación es absolutamente posible. Y no solo posible, sino transformadora.

El primer paso es reconocer que tus dificultades actuales tienen raíces antiguas. Que no eres “demasiado sensible” o “problemático/a”, sino que estás cargando con aprendizajes que ya no te sirven.

✨ En terapia especializada puedes:

  • Entender tu historia con compasión, reconociendo lo que viviste sin minimizarlo.
  • Reprogramar tus patrones emocionales: salir del piloto automático y elegir nuevas formas de vincularte.
  • Aprender a regular tus emociones, identificar tus necesidades y expresarlas de forma segura.
  • Reconstruir una relación sana contigo mismo/a, desde el cuidado, la aceptación y la presencia.

🧭 En nuestro gabinete de psicología en Valencia, podemos acompañarte

Contamos con un equipo especializado en trauma, apego y terapia de pareja, que trabaja desde enfoques integradores y actualizados, como la terapia del apego, el EMDR, el modelo de partes internas (IFS) y la psicoterapia relacional.

Sabemos que el trauma no solo se cuenta: se siente en el cuerpo, en el sistema nervioso y en el modo en que amamos. Por eso, abordamos cada proceso desde el respeto, la seguridad y el ritmo de cada persona.


💙 Tus heridas no definen quién eres

Tu historia importa, pero no es una condena. Puedes transformarla, paso a paso, en un relato de consciencia, vínculo seguro y libertad emocional.

📩 Si este artículo resuena contigo, quizás es el momento de dar el primer paso.

Estamos aquí para acompañarte.

Ana Abella

Author Ana Abella

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