¿Te ha pasado que, a pesar de tus mejores intenciones, siempre acabas en relaciones que te hacen daño o te dejan vacío/a? ¿Notas que, cuando las cosas se complican, te angustias, te bloqueas o incluso huyes emocionalmente?
No estás solo/a. Este tipo de patrones se repite con más frecuencia de la que imaginamos, y en nuestro gabinete de psicología en Valencia especializado en terapia de pareja, apego y traumas, lo vemos cada semana: personas atrapadas en dinámicas que no desean, pero que no saben cómo romper.
En este artículo te explicamos por qué ocurre esto, cómo influyen tus experiencias pasadas y qué puedes hacer para construir relaciones más sanas, conscientes y libres de carga emocional.
¿Por qué repetimos los mismos patrones en las relaciones?
Muchas veces creemos que lo que nos ocurre en nuestras relaciones es una cuestión de mala suerte, o que siempre elegimos mal. Sin embargo, lo que repetimos no es casualidad, sino resultado de una historia emocional que sigue viva dentro de nosotros.
Esto tiene mucho que ver con nuestro estilo de apego, las experiencias de infancia y adolescencia, y cómo aprendimos a relacionarnos con el afecto, la intimidad y el conflicto.
El apego: la raíz de nuestras relaciones adultas
El apego es el vínculo emocional que desarrollamos con nuestras figuras de cuidado (como nuestros padres) durante los primeros años de vida. Según cómo nos trataron, cómo respondieron a nuestras necesidades y qué tipo de seguridad o inestabilidad recibimos, aprendimos a “leer” las relaciones de una determinada manera.
Existen varios estilos de apego, pero los más comunes en consulta son:
Apego ansioso
Personas que temen el abandono, buscan constantemente aprobación y tienen dificultades para confiar. Se aferran a la pareja, aunque la relación les cause sufrimiento.
Apego evitativo
Personas que temen la intimidad emocional, les cuesta abrirse o sentirse vulnerables. Tienden a desconectarse cuando sienten presión emocional o conflicto.
Apego desorganizado
Una mezcla de los dos anteriores. Son personas que han vivido relaciones caóticas o traumáticas y sienten un fuerte deseo de conexión, pero también miedo y desconfianza hacia ella.
Estos estilos no son una condena, pero sí explican muchos de los conflictos de pareja que se repiten: desde los celos y la dependencia, hasta la frialdad emocional o el miedo al compromiso.
Traumas relacionales: heridas que siguen abiertas
A veces no basta con identificar el tipo de apego. En muchos casos, hay heridas emocionales profundas que se arrastran desde la infancia, la adolescencia o incluso relaciones anteriores.
Hablamos de experiencias como:
- Descuido emocional: crecer en un entorno donde no se validaban tus emociones.
- Conflictos familiares intensos o padres ausentes emocionalmente.
- Experiencias de abandono, abuso o negligencia.
- Relaciones anteriores marcadas por la dependencia emocional o la manipulación.
Estas vivencias dejan una marca en cómo nos relacionamos, incluso si creemos haberlas superado. Y lo más común es que las repitamos inconscientemente: buscamos el mismo tipo de vínculo, incluso si sabemos que nos hace daño, porque es lo conocido.
¿Cómo se manifiestan estos patrones en tu día a día?
Tal vez te reconozcas en alguna de estas situaciones:
- Te cuesta confiar en tu pareja, aunque no te haya dado motivos.
- Necesitas atención constante o confirmación de que te quieren.
- Te cierras emocionalmente cuando alguien intenta acercarse demasiado.
- Te sientes culpable cuando pones límites o dices “no”.
- Sueles idealizar al otro al principio y luego te decepcionas rápidamente.
- Te angustias si tu pareja se muestra distante o quiere su espacio.
Todas estas reacciones suelen tener raíces profundas y automáticas, y no se cambian con “fuerza de voluntad” ni con consejos de redes sociales. Requieren un proceso terapéutico seguro y sostenido.
¿Cómo puede ayudarte la terapia?
En nuestro gabinete de psicología en Valencia, trabajamos con personas que desean transformar sus relaciones, pero no saben por dónde empezar. Y ahí es donde la terapia cobra sentido:
💬 Entender qué te pasa: Comprender el origen de tus patrones, tu estilo de apego y las heridas que siguen activas.
💡 Romper el ciclo: Identificar qué situaciones te activan y cómo responder de forma diferente.
🌿 Sanar lo pendiente: Trabajar emocionalmente aquellas experiencias pasadas que siguen condicionando tu presente.
❤️ Construir relaciones más conscientes: Aprender a vincularte desde un lugar más libre, auténtico y seguro.
¿Es un proceso fácil? No. ¿Vale la pena? Sin duda.
Iniciar un proceso terapéutico no significa que todo cambiará de la noche a la mañana. Pero es el primer paso hacia relaciones más conscientes, elegidas y no repetidas. Relaciones donde no actúes desde el miedo, la carencia o la herida… sino desde el cuidado, la responsabilidad afectiva y la libertad emocional.
Da el primer paso
Si al leer este artículo te has reconocido en alguna parte, quizá ha llegado el momento de escucharte. No tienes por qué resolverlo solo/a.
En nuestro gabinete de psicología en Valencia, contamos con un equipo especializado en terapia de pareja, apego y trauma, que te acompañará a tu ritmo, con respeto y profesionalidad.
📩 Escríbenos hoy y da el primer paso hacia una nueva forma de relacionarte.
